Investigar la durabilidad de vehículos completos y sus componentes juega un papel fundamental en todo proceso de desarrollo de vehículos. Para cumplir con las expectativas de los usuarios en cuanto a vida útil, calidad y uso de los materiales, es fundamental adquirir conocimientos sobre las cargas operativas, analizarlas con precisión y sacar las conclusiones correctas sobre esta base.
Nuevos sistemas de propulsión como los de los vehículos eléctricos (NEV o New Energy Vehicles) y los vehículos sin conductor, materiales de nuevos tipos, percepciones cambiantes de comodidad, seguridad, eficiencia energética y otros aspectos de los clientes finales, así como tiempos de desarrollo más cortos: todos estos factores han cambiado los requisitos para los desarrolladores de vehículos y aumentado la presión competitiva.
El rendimiento y el desarrollo de un vehículo ya no se definen solo por los tiempos por vuelta y la velocidad máxima: la eficiencia es ahora el factor decisivo, y eso significa un uso eficiente de los materiales, los recursos y el tiempo.
El desafío que enfrentan los fabricantes de vehículos es asegurarse de que se desarrolle un diseño duradero para el vehículo de la manera más rápida y eficiente posible, pero sin comprometer la calidad, la seguridad, la eficiencia energética y una serie de otros factores.