Las pruebas intensivas de dinámica en vehículos juegan un papel fundamental en el desarrollo de los mismos, tanto si la atención está puesta en el rendimiento deportivo como en el confort: el ajuste del chasis y los sistemas de control es un factor decisivo para lograr las características deseadas para el vehículo. En este sentido, los fabricantes de automóviles pueden aprovechar oportunidades inigualables para diferenciarse, de forma radical, de sus competidores.
Sin embargo, esto siempre debe ir de la mano de la seguridad. Superar las pruebas estándar ISO para un comportamiento de conducción estable es el requisito fundamental para desarrollar una experiencia única al volante a la vez que una sensación de seguridad durante la conducción, tanto si hablamos de vehículos de pasajeros destinados a la carretera como para los coches de carreras automovilísticas.
Los sistemas de control, como el ABS y el ESC, deben estar correctamente afinados para garantizar un comportamiento de conducción estable en caso de que el vehículo necesite cambiar de dirección de forma brusca. El diseño específico del vehículo requiere una caracterización precisa de la dinámica longitudinal y transversal, basada en las mediciones de los ángulos de deslizamiento lateral y de deriva. Especialmente si hablamos de deportes automovilísticos, las mediciones de estos parámetros de movimiento sobre la dinámica del vehículo pueden ser la clave para generar una ventaja competitiva decisiva.